viernes, 27 de julio de 2012

Sonríe


Suena el timbre y salimos al patio. Yo y mis mejores amigas Paula y Sonia vamos a la cafetería. En mi instituto hay mucha gente y prácticamente no te fijas en los demás.
Cuando ya nos hemos comprado lo que necesitábamos salimos al patio, una chica con la cara agachada y toda vestida de negro se choca conmigo y sin decirme nada, sin pedirme disculpas, sin ni si quiera levantar la cara sigue andando como si nada.
-¡Que desagradable está la gente hoy en día!...por lo menos podría levantar la cara o algo.-Digo cabreada.
-Pero que dices, si ella nunca le levanta la cara a nadie.-Me dice Sonia.
-Esa es la que siempre esta en el patio sentada en un banco. ¿No?-Le pregunto a Sonia.
-Si, a la pobre la dejo el novio o algo y desde entonces esta así.-Dice Sonia imitándola.
No puedo evitar soltar una carcajada después de la interpretación de Sonia. En ese momento veo a Paula, nos mira a las dos con una cara diferente a la normal, como si hubiésemos dicho algo malo de ella.
-Paula, ¿estas bien?-Le digo aún con una sonrisa en la cara.
-Si no sabéis que le paso a Clara, no os inventéis tonterías y menos aún os burléis de ella.-Dice Paula con una voz seca.
Parecía que fuese a llorar. La expresión de su cara, normalmente feliz nos lo decía. A lo mejor nos habíamos pasado un poco con esa chica, pero ¿por que le había afectado tanto?
-Clara, ¿así se llama la chica esa?-Pregunta Sonia.
-Si…
-¿Y de que la conoces? Si tendrá por lo menos dos años más que nosotras. Yo nunca la he visto hablar con nadie.
-La verdad es que es una larga historia.-Dice tristemente.
Pude ver como una lágrima recorría el rostro de mi amiga Paula. No se quien era  esa tal Clara. Pero al parecer Paula si.
-Paula, ¿Qué pasa?-Pregunte preocupada.
-Ella era una chica feliz una chica con sueños e ilusiones, amable, graciosa. Que sin hacer nada, lo perdió todo.
Después de decirlo, Paula empezó a llorar desconsoladamente. Al parecer, el tema había le había afectado bastante.
Mientras intentaba consolarla, Sonia dijo:
-Pero chica, no te preocupes seguro que no fuiste tú la culpable de que rompiese con su novio.
-¡Cállate!-Grito Paula.-Si no sabes lo que de verdad paso, es mejor que no hables. Es mejor que estés callada y no digas nada.
Paula había dejado de llorar pero aun se le notaba que había estado triste. Ahora parecía estar de mal humor. Sonia no era una chica muy agradable, pero ella siempre había estado con nosotras y en el fondo le teníamos mucho aprecio.
-Paula.-Le dije sentándome a su lado.- ¿Qué pasa con Clara?
Paula cogió aire y empezó a hablar.
-Hace aproximadamente un año, Clara era una chica estupenda. Ella era muy feliz con su vida. Vivía como si cada día fuese un sueño del que no iba a despertar. Era como si viviese en orto mundo, un mundo lleno de paz y amor. Cuando te llevabas bien con ella, le cogías cariño. Era muy amable y siempre intentaba ayudar a los suyos. Era así hasta el día del accidente.
-¿Qué accidente? ¿Que pasó?- Le pregunte.
-Era un domingo de enero. Ella había ido junto a su familia a recoger a su abuela de la residencia para llevarla a casa. Me acababa de enviar un mensaje al movil preguntándome si estaba mejor con todo lo que me había pasado. Cuando estaban llegando, hubo un accidente un coche rojo se cruzo delante del suyo. A su madre, no le dio tiempo a frenar y chocaron brutalmente. Al chico que conducía el coche rojo no le paso nada, pero en su coche, su padre y su abuela fallecieron y el que iba detrás de ellos que también sufrió el impacto iban su tío y su tía que también murieron en el accidente. Ella salio del coche por su pie, sin ningún rasguño. Pudo ver como sus familiares aún estaban dentro y vio como no podía hacer nada para ayudarles. Gente que pasaba por ahí, ayudo a sus primas gemelas a salir, pero se las llevaron al hospital y desde entonces no sabe nada de ellas. Desde ese trágico día no ha vuelto a ser la misma.
-Qué dices, ¿eso? Yo creía que iba a ser cualquier tontería. Eso no debería pasarle a nadie. ¿Que le paso a su madre?-Pregunte. Sonia se había ido después del grito de Paula.
-Ella esta en coma en el hospital.
-¿Cómo la conociste?
-¿A Clara? A ella la conocía de vista, pero nunca había hablado con ella. Un día yo iba por los pasillos medio llorando. Me dijo que no llorase que seguro que había motivos para sonreír desde ese día, se preocupo mucho por mí.
Paula volvió a romper a llorar. Si a mi ya me dolía sin conocerla, no puedo ni pensar como lo pasaron sus amigas y menos aún como lo paso ella.
-Pero dices que de esto ya hace un año, ¿por que sigue así?
-Eso no es algo fácil de olvidar. Ahora no se habla con nadie. Su vida que antes era un sueño ahora es una de sus peores pesadillas. ¿Ves esas dos chicas que le gritan?
-Si, ¿Por qué lo hacen?
-Antes eran tres eran sus mejores amigas. La intentaron animar después del accidente, pero no tuvieron suerte. Una de ellas se rindió. Las otras dos visten de negro, dicen que el día del accidente perdieron a una amiga. Le gritan para obligarle a comer, a hablar, a que haga algo.
-Pobrecita.- Solté con un hilillo de voz.- ¿Y quien era la otra amiga?
Paula bajo la cabeza y dijo muy suavemente:
-Yo.
Ahora entendía porque cuando conocí a Paula esta vestía de negro. Nunca me había explicado el porque, solo me había dicho que había sido una perdida de alguien muy querido.
Siempre que había visto a Clara por el instituto, había pensado que era una de esas chicas góticas que se intentaban suicidar. Una vez, le vi la cara. Recuerdo que era muy pálida, tenía los ojos muy rojos al igual que sus pequeños labios. Ahora lo entendía todo, me sentía muy mal por haberme reído de ella.
Paula estaba llorando silenciosamente.
-Paula, no estés así no fue culpa tuya.
-Pero yo la abandone, deje de luchar por ella.
Paula se levanto del banco se seco las lágrimas con la manga y dejo de llorar.
-Pero tranquila Marta. Pese a lo que pase, voy a hacer que vuelva a ser la de antes.
Dio media vuelta y se fue directamente donde estaba Clara. Estuvo hablando con ella desde donde yo estaba no sabia de que, pero Clara no levantaba la cabeza. Parecía que Paula estuviese hablando con la pared. Supuse que estaba intentando animarla ya que sus otras dos amigas también se acercaron.
De repente Paula se levanto y gritó:
-¡No me pienso volver a rendir! No voy a aguantar que estés así, juro que antes de que acabe el curso, vas a volver a sonreír.
Sonó la alarma de volver a clase. Paula y yo entramos.
-Marta, no me pienso rendir. Esta vez no. Cueste lo que cueste, Clara volverá a sacar esa sonrisa que a tantos le gustaba.
-¿Pero como lo vas a hacer?
-Mira, su sueño siempre ha sido ganar algún premio de literatura. Podemos presentarla al del instituto.
-Pero para participar tienes que tener media de siete.
-Ya, ese es el único problema. Ella se dejo los estudios, pero la ayudare.
-Como la vas a ayudar, ya llevamos un trimestre y ella irá a bachiller.
-Sus amigas le ayudaran, todas pondremos de nuestra parte. Ella aún escribe historias sabes…pero solo se las lee a su madre.
-¿Pero su madre no estaba en coma?
-Si, pero dicen que a lo mejor puede oírles. Ella va una vez al mes al hospital y habla con su madre. Creo que es lo único que le hace despertarse cada día.

Pasaron los días, las semanas y los meses. Vi como Clara poco a poco dejaba de llorar. Empezaba a levantarles a todos la cara. Pude ver que era más guapa de lo que imaginaba y por lo que decía Paula más lista de lo que parecía. Con el tiempo empezó a hablarle a la gente, a veces nos invitaba a sus dos amigas a Paula y a mí a su casa. Ella prefería no salir fuera. Como Paula me había dicho, Clara era un chica muy agradable. Cada día, clara estaba mejor, yo no se como era antes pero ahora me parecía genial. Había subido sus notas, teníamos esperanzas de que ganase el premio.
Un día, falto a clase. Paula le llamo pero ella no cogía el teléfono. Fuimos las dos a su casa para ver que pasaba. Cuando llegamos, en la puerta estaban sus dos amigas vestidas otra vez de negro, se miraban silenciosamente. Cuando nos vieron llegar nos miraron de una forma con la que enseguida entendimos que había pasado.
Sabíamos que estaba mala, que iba a peor, nos lo decía todos los días. Pero no esperábamos que pasase tan pronto. Nos sentamos en las escaleras de su puerta, esperando que alguien dijese que podíamos verla, o lo poco que quedase de ella. Salio su tía y nos dijo que pasásemos. Esta tenia los ojos rojos se notaba que había llorado toda la noche. Entramos a su habitación, Clara estaba tumbada en su  cama. Sabíamos que esto le iba a afectar mucho. Si, su madre había muerto.
No pude evitar soltar una lágrima al verla. Estaba acurrucada en su cama, se podía oír como lloraba suavemente. Estuvimos toda la tarde en su casa intentando hablar con ella, pero no se movía no hacia ningún gesto, solo lloraba.
Hasta la semana siguiente no volvió al instituto. Volvimos a  animarla un poco pero aun estaba muy afectada.
Un día fuimos a su casa mientras ella no estaba. Su tía nos había dejado las llaves para que pudiésemos entrar, registramos su cuarto hasta encontrar el mejor relato de todos y lo presentamos al concurso. No quisimos decirle nada, preferíamos que fuese una sorpresa.
Cuando solo quedaba una semana para finalizar el curso, Clara sacaba otra vez sietes y ochos. Preguntamos quien había ganado el concurso pero dijeron que solo se lo podían decir al ganador el día de la entrega de notas.
Clara decía que era feliz porque tenia buenas amigas pero le faltaba algo, había algo que no la hacia feliz del todo. Esperábamos que después de todo, ganase el premio y volviese a ser feliz.
Ya era el último día del curso, delante de la puerta de su clase, estaban sus dos amigas y Paula esperando a que saliera cuando llegue yo.
-Solo nos queda esta oportunidad.-Dijo una de sus amigas.-Si no sale feliz de esta clase la habremos perdido.
-No os rindáis. No creo que la perdamos.-Les dijo Paula.- Ya la perdimos una vez y la recuperamos.
Todas nos miramos fijamente. De repente oímos un grito precedente de clase de Clara. Pero no era un grito de rabia o miedo, era un grito de alegría y era de Clara.
Clara salio corriendo de la clase. Abrazo a sus dos amigas y a Paula. De repente se acerco a mí.
-Gracias.- Me dijo.
Era la primera vez que me hablaba directamente. Tenía una enorme sonrisa en la cara. Una de esas sonrisas que son únicas, de esas que nunca olvidas. La abracé fuertemente mientras unas lágrimas caían por mis mejillas y le susurre al oído.
-Te lo mereces.
Me sonrió una vez más y  fue otra vez a abrazar a sus amigas y a Paula.
Desde donde yo estaba pude ver su enorme sonrisa recubierta de lágrimas, lágrimas de felicidad. Todas sabíamos que había conseguido el premio de literatura. Era feliz. Era como antes. La habían recuperado .Aunque en realidad, nunca la perdieron.
Nunca pienses que has perdido a alguien, nunca pienses que ya no va a volver. Porque en el fondo siempre sigue ahí, en los más profundo de nuestros corazones.
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Dedicada a mi amiga Paula Vivó que pase lo que pase , para mi siempre va a ser la mejor :) 

4 comentarios:

  1. Me han dicho que es LARGO

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    1. Si :$ bueno, un poco , pero como lo hice para una amiga... no se

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  2. en la línea 36 as puesto "orto" en vez de "otro" :S para que veas que me leo todos tus relatos

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