domingo, 7 de octubre de 2012

Libre

Nada era como esperabas, llegaba un punto en el que difícilmente conseguías respirar.
Por mucho que intentabas avanzar , el cuerpo te lo impedía. Caías al suelo, esperando que alguien te recogiese, te ayudase y te dijese que todo iba a salir bien. Pero no llegaba ,nadie iba a ti. No podías moverte ¿Donde estaban todos? .Intentabas gritar ahí tirada en el suelo, pero nada salia de tu boca. ¿Que estaba pasando? Me había pasado otras veces, pero esta era diferente. Nada de esto me lo habría esperado nunca, ¿Acaso había llegado mi hora? El miedo se apodera de mi. Me pesan los parpados y no puedo evitar cerrarlos. De repente , me encuentro mejor. Me incorporo lentamente hasta estar completamente de pie. Me acerco a coger el teléfono , pero mi mano lo traspasa. ¿Que está pasando? Me giro rápidamente donde hace unos segundos estaba tumbada, y ahí estoy yo, tirada en el suelo , con los ojos cerrados. ¿Porque me ha pasado esto? ¡Soy demasiado joven para que me pase esto!
Intento estúpidamente volver a entrar a mi cuerpo pero como yo esperaba, es imposible. Voy a buscar a mi madre que estaba en el ordenador, está escuchando esa absurda música que tanto odio. Me pongo delante de ella, aunque yo me veo perfectamente, al parecer ella a mi no. Intento advertirle de muchas formas para que se de cuenta de que estoy  muerta, pero nada funciona. Me ignora. Después de una hora. Cuando ya me había cansado de intentarlo una y otra vez, se quita los cascos, se levanta y empieza a llamarme, preguntándome que quiero para cenar. Al ver que no le contesto, se acerca cabreada al salón, donde estaba yo. Bueno, mi yo material. Y empieza a llorar de forma desesperada. No puedo verla así , me entran ganas de llorar, de decirle que le quiero y que le doy las gracias por todo lo que me ha dado. Pero no hay sentimiento en mi, no hay lagrimas sobre mis mejillas, no soy nada. Mi madre llama a mi padre, este llega y se repite lo mismo, y  yo estoy sentada en el suelo observando como lloran ante mi cuerpo. Vienen los del hospital y decido irme a ver a todos mis seres queridos y su reacción ante mi muerte. Todos lloran mientras yo ,les observo ,tan inexpresiva, tan tranquila.
Mi enfermedad era grave, era de esperar. He perdido muchas experiencias que podría haber disfrutado, pero no importa. Ya nadie sufrirá por mi.
Me llamo Vallivana, Va para las amigas. He muerto el día siete de octubre de dos-mil doce con 15 años. Al fin soy libre.

2 comentarios:

¿Qué opinas?